Procrastinando por menéame me encuentro con un post donde extrapolan el concepto canon a la agricultura. Al descontextualizar el tema aún se ve más estúpido y es que nos acostumbramos a todo, incluso a que nos roben.
Os recomiendo leer el post entero.Por supuesto, esa tarifa acabará pagándola usted cada vez que vaya a comer a algún sitio, incluyendo su propia cocina. ¿Y si ni siquiera le gusta el tomate? No importa, porque pagará igual. ¿Y si entro en un bar que no sirve tapa con la cerveza? Pagará igual. ¿Y si me limito a entrar en el bar, echar un vistazo y salirme sin consumir nada? Pagará igual. ¿Y si me voy a casa y me pongo a leer un libro de recetas? Pagará igual. Y lo peor es que la ley avala a la SGAT ¿Cómo se le queda el cuerpo?
Vía Arturo Quirantes.
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